Hoy, mientras estudiaba (o algo parecido), me ha sorprendido un breve pero intenso chaparrón. Me ha hecho tanta ilusión ver caer la lluvia con esa fuerza que he abierto la puerta del balcón y he corrido las cortinas para deleitarme con el sonido del agua al golpear contra el suelo y con ese olor tan característico y evocador a tierra mojada.
Y mientras miraba con asombro un fenómeno metorológico que hace tiempo que no se pasaba por aquí, he recordado la frase que da título a este post. La pronunciaba incansablemente un profesor de Redacción Periodística que trató, infructuosamente, de enseñarme la importancia de la piramide invertida, las ventajas de las 5 W´s y otra serie de milongas periodísticas. Y la utilizaba para criticar esa tendencia de engordar las noticias con descripciones que sólo sirven para rellenar líneas de periódicos... En esto, razón si que tenía, la verdad.
Y al pensar en las labores periodísticas, me ha venido a la mente un plumilla de los de verdad: Faro, pero por algo que nada tiene que ver con esa profesión. Dice que deja el equipo de fútbol, que empieza una nueva fase de su vida y que ya no encuentra motivación para desplazarse desde su ciudad hasta la mía para darle pataditas al balón... Y he sentido que con esa decisión, posiblemente, nuestras ocasiones para volver a cruzar palabras, miradas y risas en el futuro serán escasas... Es ley de vida. El tiempo pasa y la distancia ejecuta su labor sin piedad. Sumar tiempo y distancia sólo dan como resultado el distanciamiento. Lo sé por experiencia. Y aunque trate de remediarlo, volverá a suceder.
Y con el tiempo, de Faro me quedará poco más que su blog, algunos sms esporádicos y pocas -muy pocas- llamadas telefónicas. Será que, como tu dices, soy un sensiblón, pero amigo Faro, joder, te voy a echar de menos.
Al poco, la lluvia ha dejado de caer, la calle se ha vuelto a llenar de gente y mi cabeza de leyes...
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Aquí dejo un par de fotos (hechas con el móvil) del concierto de Sexy Sadie del viernes en el Parque de Canillejas de Madrid. Fue breve, pero intenso...
Y mientras miraba con asombro un fenómeno metorológico que hace tiempo que no se pasaba por aquí, he recordado la frase que da título a este post. La pronunciaba incansablemente un profesor de Redacción Periodística que trató, infructuosamente, de enseñarme la importancia de la piramide invertida, las ventajas de las 5 W´s y otra serie de milongas periodísticas. Y la utilizaba para criticar esa tendencia de engordar las noticias con descripciones que sólo sirven para rellenar líneas de periódicos... En esto, razón si que tenía, la verdad.
Y al pensar en las labores periodísticas, me ha venido a la mente un plumilla de los de verdad: Faro, pero por algo que nada tiene que ver con esa profesión. Dice que deja el equipo de fútbol, que empieza una nueva fase de su vida y que ya no encuentra motivación para desplazarse desde su ciudad hasta la mía para darle pataditas al balón... Y he sentido que con esa decisión, posiblemente, nuestras ocasiones para volver a cruzar palabras, miradas y risas en el futuro serán escasas... Es ley de vida. El tiempo pasa y la distancia ejecuta su labor sin piedad. Sumar tiempo y distancia sólo dan como resultado el distanciamiento. Lo sé por experiencia. Y aunque trate de remediarlo, volverá a suceder.
Y con el tiempo, de Faro me quedará poco más que su blog, algunos sms esporádicos y pocas -muy pocas- llamadas telefónicas. Será que, como tu dices, soy un sensiblón, pero amigo Faro, joder, te voy a echar de menos.
Al poco, la lluvia ha dejado de caer, la calle se ha vuelto a llenar de gente y mi cabeza de leyes...
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Aquí dejo un par de fotos (hechas con el móvil) del concierto de Sexy Sadie del viernes en el Parque de Canillejas de Madrid. Fue breve, pero intenso...