24 junio 2008

I don´t know

Hace unas semanas, en mitad de la tempestad, escribí esto:

Sucedió durante aquellos grises días de mayo. Las nubes se habían tragado al sol y el cielo no paraba de arrojar agua, a cubos, como si quisiera anunciar el fin del mundo. La humedad dominaba el ambiente y mi corazón, cien por cien algodón, encogía con el paso de cada segundo. Y ese tiempo, encima, se mostraba como un tic-tac agobiante, desesperante, dispuesto a recordarme que no hay quien pueda detener las manecillas del reloj, que con cada instante se esfuma un pequeño, casi diminuto, pero valiosísimo pedazo de vida.

Ella había empezado a colocar los barrenos hace dos meses. Lo hacía sin querer, refugiada en su interminable sonrisa, camuflada tras unos ojos tan intensos como la pertinaz lluvia. Y fue entonces cuando baje la guardia, cuando prendió la mecha. El fuego venía hacia mí con tal velocidad que apenas me dio a tiempo a intentar desalojar tanta dinamita...Y entonces eché a correr.

Fue una carrera de fondo, adaptada a mis características. A sufrir no hay quien me gane. Enciendo el piloto automático, miro al frente y cojo el ritmo. Siempre he tenido buenas piernas. A mitad de recorrido, miré hacia atrás, para comprobar mi ventaja. Exceso de soberbia. Orgullo que se paga, que pasa factura. Fue una décima de segundo, algo casi imperceptible, pero al perder de vista el horizonte, la mecha se agotó y vino la explosión. Y de la meta aún no había ni rastro.

Y ese sábado, el día del golpe certero, el cielo seguía enojado. Lluvia y más lluvia. Charcos por todas partes y un corazón zozobrando en medio de la tormenta perfecta. Restos de un naufragio, tal vez inevitable, tal vez previsible.

La dinamita reventó cada poro de mi piel. Me desangré sin perder ni una gota de sangre. Al carajo con todo lo que había levantado, con esa vida perfecta, 'muebles de diseño sueco, para una vida de cuento'...

Y lo que vino después, lo que se mantiene todavía, lo que perdurará para lo que queda fue, es, será pura resignación, mirada caída, suelos ennegrecidos y pisadas rotas. Todos me darán palmadas en la espalda por ser frío y calculador, por meter kilómetros de distancia,'por hacer lo que tenía que hacer', pero en mi corazón habrá un mordisco de pelo rizado y mirada divina. Un desgarro en mitad de 40 años de hipoteca, de un hogar falso, de una relación con una persona maravillosa, bondadosa y luchadora, que no se merece esto, aunque ella insiste en que se me pasará, en que será algo pasajero. Ojalá no te equivoques.

Es lo que hay, es lo que toca. Lo llaman madurar, aunque a mí se suene a cobardía. Es una puta mierda.

Ahora sólo me digo una cosa: tiempo al tiempo.


Sexy Sadie - I don´t know

6 comentarios:

Gaby dijo...

JC77; ¿esto es un pasaje de tu vida o solo un ejercicio de escritura?. ¿Acaso has terminado una relación?.

Gaby dijo...

No se si quieras, pero me encantaria "charlar" contigo, no veo tu correo por ningún lado, así que te dejo el mio gprieto@notariocprietoa.com

A veces platicar con desconocidos bienintencionados y algo locos sirve. ;)

Te mando un beso y mis mejores deseos.

JC77 dijo...

Es un pequeño trozo de mi vida... pero la relación sigue adelante.
Tomo nota de tu mail. Gracias

Un besazo

Natsuki dijo...

Si te sirve de consuelo, yo también dejé muebles de diseño de color "wengé" un verano de hace casi tres años. Fui yo la que cerré la puerta y eché a correr, tranquila, pero eché a correr. Él también era (lo es) la bondad personificada pero una parte de mi corazón ya no latía por él y sí, en cambio, por otra persona. Luego resultó que ese nuevo príncipe azul fue verde oscuro, negro, tan tóxico, tanto, que me hizo añicos. Ya has leído unas cuántas historias en mi blog sobre esto...
Tan sólo puedo y quiero decirte que tomes la decisión que tomes, hags lo que hagas, lo hagas con el corazón. Todo lo demás, lo que se calcula y se mide, sin el toc toc de por medio, no suele acabar bien.
Besos, todos.

JC77 dijo...

Gracias por tu consejo Natsuki, pero creo que el toc toc no ha sido lo suficientemente fuerte como para derrotar al que se supone que piensa...aunque no sé si bien o mal. El tiempo dirá.

Un besazo enorme alma gemela

Rara Avis dijo...

Siempre hay que escuchar al corazón, nos susurra aquello que sabemos pero que sin embargo no queremos aceptar, aquello que puede o no ser bueno más adelante pero que en ese momento es lo que necesitamos... y si necesitas echar a correr hazlo, si necesitas andar despacio hazlo y si necesitas cerrar los ojos y soñar... ¡hazlo!

Besitos, me ha gustado descubrirte...