13 abril 2006

Lo que pudo ser y sólo fue a medias...

Iban a ser más de 600 kilómetros y se quedaron en 350. Pensábamos pedalear durante una semana y se quedó sólo en cuatro días y medio. Soñábamos con bañarnos en una playa de Valencia y terminamos el viaje en un descuidado parque de Maranchón (Guadalajara). Creíamos, ingenuos de nosotros, que seríamos capaces de seguir el rutómetro sin perdernos y el primer día para hacer 40 kilómetros dimos una vueltecilla de 70… En fin, que hay veces que las cosas no salen como uno desea...

Además, mis buenas intenciones de elaborar un diario se esfumaron la primera noche con el cabreo de haber perdido más energías de las necesarias empujando la bici por campos de labor, subiendo repechos innecesarios o pedaleando por zonas por las que nunca debimos pasar. Aquel primer día de esfuerzo minó tanto nuestra moral que cuatro días y medio después mi compañero de viaje dijo basta y decidimos regresar a casa sin completar la Ruta del destierro del Cid.

Aunque podría sacar muchas conclusiones negativas, prefiero quedarme con la positiva: he recuperado la pasión por pedalear (aparcada en el olvido por culpa del puto trabajo).

Sin crónica del destierro, pero con energías renovadas 'Diario de un hombre perplejo' abre de nuevo sus páginas…


“The world it´s your excercise book
The pages on wich you do sums
The life is yours; it is a gift for you
The stages on wich you play bues
The rage is paid, the rain is here today
It could maybe give enough to me
The freedom for everyone in the world
It´s a part of you, a human being.

You are also free to write nonsense...”


(Sexy Sadie- Nonsense)

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